Devaneos de una pequeña exploradora amateur fuera de su hábitat original

miércoles, 20 de marzo de 2013

Lost in DC

Que pasa!!

Tras días en los que la gente me daba por muerta, aquí estoy. Los niños estuvieron malitos, por lo cual yo que las pillo todas al vuelo, pues también. Así que estuve de encierro casero, viendo dibujos por un tubo. Ahora ya puedo decir que tengo el nivel de inglés de Dora la Exploradora. "What is it? It's a yellow duck!!! Madre mia...

Pues hoy que todo apuntaba a ser un día tranquilo y soleado me decidí a salir de excursión. Me hice un sandwich que metí en una bolsita (que americana me sentí), un zumito, unas galletitas y ala, a pasear. Mi tía me dejó en el centro de DC con unos mapitas y unas indicaciones y ¡a la aventura!.

Resulta que en el centro de DC está lo que llaman el National Mall, que es una super explanada de hierba enorme que está rodeada por museos de todo tipo gratis (porque pertenecen al "Smithsonian Institution" y están financiados por el gobierno), monumentos nacionales y hasta hay un puestecito como en los que venden helados, pero de McDonalds (increible).  Toda esta zona está limitada, en un lado por el Capitolio, y en otro por el Lincoln Memorial, y más o menos en el medio, está el famoso obelisco que llaman Washington Monument. 

Mi primera parada fue en el Air and Space Museum. Lo primero que me llamó la atención (aquí se demuestra el poco rodaje de museos internacionales que una servidora tiene) es que todo el mundo tiene que meter su bolso o mochila en un escaner como los del aeropuerto y pasar también un detector. El sitio es inmenso, y tiene colgados aviones por todo el techo, como su nombre indica está dedicado a todo lo que sea aviación y naves espaciales. Dentro había muchísimos grupos de chicos liderados por monitores que los llevaban de tour. Me sentí contenta y feliz de por fin no tener que llevar un grupo de chavales, ya que la última vez que estuve en un museo el verano pasado, yo era uno de esos monitores,y se nos habían perdido 2 chavales ( y estamos hablando de la casa de los peces de A Coruña, que al lado de esto es enana), por lo que al llegar al bus casi nos da un parraque. 




 Como yo del tema no controlo mucho, me di una vuelta rápida (es decir 1h porque es gigante), parando para ver los aviones que utilizaron en la segunda guerra mundial, y una replica de una nave espacial por dentro. Nota mental: culturizarse un poco más sobre esto que en un museo tan gigantesco algo tienes que reconocer.



Luego se me ocurrió caminar hacia el Capitolio, que alberga las 2 cámaras del congreso. Aunque yo más bien lo recordaba siendo destruido por naves alienígenas en Independence Day Una vez allí había una manifestación increible delante, y como no he llegado aún con Dora la Exploradora al tema de las manifestaciones, pues no me enteré ni papa de lo que decían, pero al menos parecían contentos. Le pedí a un japonés con cara de majo que me hiciera una foto, desde aquí le doy las gracias por no haber salido corriendo con el móvil, que es uno de mis grandes temores en esto de hacer turismo en solitario. Por eso la mayoría de fotos que tengo en el álbum son de mi cara tamaño poster y algun monumento simpático detrás. 



Para terminar la mañana (que caminando entre tanto parque pasa volando), pensé que sería buena idea, por si en las próximas semanas me encuentro un joven casadero millonario patriota americano, saberme al dedillo nociones básicas históricas, así que que me dirigí al American History Museum. No vaya a ser que metiese la pata en alguna de esas interesantes conversaciones que yo pudiera tener con copa de selecto champán en mano en la inmensa terraza de una de sus catorce mansiones de verano por todo el mundo.



Allí me perdí entre todo lo que ese museo puede ofrecer, exposiciones de todas las guerras en las que este país ha participado, como se desarrolló la industria, la forma de vida, e incluso la comida! Estaba por ahí echándole un vistazo a todo, cuando me dí cuenta de que no me iba el wasape (en este pais no tengo línea, solo wifi público), por lo cual no podía mandarle un mensaje a mi tía para que me viniera a buscar. Además no me había quedado clara la parada de metro donde debería bajarme, y luego no sabría que bus coger para llegar a casa. PÁNICO COMPLETO. Tras observar a un negrazo de pelo afro con peineta incrustada (a lo Scary movie),y darme cuenta de que también me había dejado mi diccionario regalado con mantequillas en casa, pensé dios santo, porque leches siempre me pasaran estas cosas a mí. Prácticamente ya podía ver mi cara en los cartones de leche con un WANTED por todo el país, y a mi madre llorando con mi foto de la graduación en la mano en espejo público. (porque el programa de Paco Lobatón ya no existe, claro). 

Finalmente se me ocurrió la gran idea de a través de facebook contactar con un colega que casualmente estaba conectado y le pudo mandar wasapes a mi tía y que así me viniera a buscar sana y salva casi con un cartel con mi nombre. Lección aprendida: mañana comprar una patata de móvil prepago para que no llegue al extremo de infarto de miocardio, menos mal que me quedan semanas aún aquí para ver todo lo que esta tremenda ciudad alberga!

¡¡Deica loguiño!!

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