Devaneos de una pequeña exploradora amateur fuera de su hábitat original

viernes, 7 de junio de 2013

Bye, Bye Miss American Pie

Si estáis leyendo esto es que he sobrevivido, y estoy felizmente instalada (y espero que con todo mi equipaje al completo) en mi dulce hogar vigués.

Ahora mismo estoy escribiendo desde el aeropuerto JFK de New York, tras cagarla hasta el fondo. Hay 3 aeropuertos diferentes en Washington DC, pues me fui justamente al más lejano, y del cual no salía mi vuelo. Al llegar cargada con los 3 maletones y el maletín del portátil  a las 4 de la mañana, y después de que la azafata me dijera que tenía que llamar a un taxi para que me llevase corriendo y con suerte al otro aeropuerto (que casualmente queda a 10 minutos en coche de mi casa), no pude hacer otra cosa que echarme a llorar. Me eché a llorar con pucheros incluidos, hipo, y lagrimones de cocodrilo al darme cuenta de la metedura tan grande de pata y de que si perdía mi primer vuelo, de los 3 que tenia que coger, ya no tendría posibilidad de llegar a casa de ninguna manera. Pero gracias a Dios aún existe gente buena en el mundo, y llego corriendo una azafata que hablaba un básico de español (porque entre los pucheros y lo bloqueada que estaba no me salía nada en inglés), y se puso a discutir con su superior para que, por favor consiguieran meterme en un vuelo que salía 6 horas después en ese mismo aeropuerto, hacia NY. Y lo consiguió, el superior me quiso cobrar la tarifa de cambio de vuelo, que son 50$ pero la azafata cuando estuvo a solas conmigo no me aceptó el dinero, con un super aviso de que siempre revise los billetes y los míticos mails de "¡ha habido un cambio en sus billetes!". Que no solo pueden cambiar las horas, si no también los aeropuertos. Así que felizmente me aceptaron en ese vuelo y me salió del alma darle un abrazo, decirle que era muy buena persona entre hipos, y que gracias por ayudarme a volver a casa. Aquí estoy esperando en la puerta de embarque hacia Madrid. Me tarda ya poder llegar a Vigo, abrazar a toda mi familia bien fuerte y sentirme por fin en casa. Ciertamente, estas cosas solo me pueden pasar a mí.

Realmente llevo llorando desde hace 2 días por las esquinas. Despedirme de mis primos pequeños, “mis cositas” como yo los llamó, fue realmente horrible. El pequeñito de casi 3 años me cogió del brazo y me dió sus ordenes,como buen jefazo que va a ser “No, Losi, Don't Go, stay here”. Me da mucha penita no poderme quedar a ver como crecen y poder seguir fomando parte de sus vidas, pero todo el mundo ha de seguir su camino. Desde aquí quiero volver a agradecerle a mis tíos el haberme acogido y haberme tratado como a una hija más, porque me han brindado la oportunidad de pasar una de las mejores experiencias de mi vida, sin duda alguna.

También gracias a todos los colegas que hice, invitándome a todas sus fiestas y reuniones, como una más desde el primer momento que quedé con ellos. Tuve mucha suerte de encontrarme con gente genial y de poder haber viajado con ellas, sobre todo con mi noruega Thea, con la que conecté 100% y a la que he cogido muchísimo cariño. Os voy a echar a todos mucho de menos. Las despedidas son duras, no le gustan a nadie, pero también son inevitables, la vida sigue y cada uno tiene que seguir a lo suyo. Pero siempre queda esa puertecita abierta para podernos encontrar en el futuro. Nadie sabe donde ni cuando, pero ahí está.

Tras volver del país de las oportunidades se puede decir que el contacto con una cultura radicalmente diferente a la mía me ha ayudado en muchos aspectos. Creo que he aprendido un montón de cosas y me ha ayudado a formar más mis opiniones sobre diversos temas, a abrir más la mente y ser más respetuosa y tolerante.

He conseguido un viaje impresionante. He trabajado duro con familias, a veces muy complicadas y muchísimas horas al día. He mejorado notablemente mi inglés y por fin tengo un título que así lo demuestra. He duplicado mi armario (vaya vergüenza me da reconocer lo consumista que puedo llegar a ser). He trabajado en Washington DC. Y he viajado a Miami, New York y California, lugares a los que nunca me imaginé que visitaría. Y aparte de todo eso, me he conocido un poquito más a mi misma y he comprobado hasta donde puedo llegar por mi sola. Por eso le doy a este viaje un 9. (No un 10, porque no he encontrado un gringo apuesto que me suba en el dólar, pero no se puede tener todo en la vida jaja).

Ahora que vuelvo a Vigo tengo nuevos proyectos en lo que trabajar, sentirme activa, parte de algo e ilusionada.

No sé cuando volveré a viajar, ni si volveré a tener otra oportunidad tan increíble a lo largo de mi vida, tal y como están las cosas en España hoy en día. Pero lo que si sé es no nos podemos rendir ni bajar en ánimo. A seguir para delante.

Así que sin más,me despido, que ya parezco mi colega Clarisol haciendo sus memorias del practicum. Doy cierre temporal a mi pequeña criatura que espero que os haya dado momentos de risa, entretenimiento y diversión. Eso me pone muy contenta, porque yo he disfrutado mucho escribiéndolo. 

Deica loguiño!!

Próxima estación: ESPERANZA!!!!

martes, 4 de junio de 2013

Siempre quise ir a L.A...

Así empieza la canción de Loquillo que da título a este blog... así fue que ni me lo pensé 2 veces cuando tuve la oportunidad de poder visitar California con las amigas internacionales que hice aquí.

El vuelo me entere que eran 6 horas y media en el mismísimo momento en que mi tía me llevó al aeropuerto, (tiene sentido porque cruzas todo el país de punta a punta), así que allí me vi, forever alone total, sin libro ni ordenador, sin comida, sin agua y sin nada, para pudrirme mil horas en infernal avión. Pero como soy una marmota y puedo dormir hasta encima de un árbol, me quedé seca en seguida y no me enteré de nada hasta casi aterrizar.


Allí me vinieron a recoger mis amigas casi con una cerveza ya abierta, y nos fuimos a dejar las cosas al hotelito. Nuestro pequeño palacio estaba en medio del barrio asiático de Los Angeles,  y desde el coche no paraba de ver mil hoteles y restaurantes con nombres de caracteres inteligibles. Al llegar entramos en una habitación bastante acogedora, pero que era una sauna, con su estanteria llena de comics manga en japonés. Muy curioso y barato el sitio, para ser Los Angeles, que te cobran por una hora de parking en plena calle entre 2 y 10 dólares la hora. Sí, como estáis leyendo, un día gasté más pasta en conseguir un aparcamiento de 2 horas en una esquina entre dos contenedores con suelo de tierra que en comer. Una risa.

La verdad nos montamos el viaje bastante bien, porque nos dio tiempo a ver muchísimas cosas es 6 días. Nos recorrimos todas las playas de la costa como Redondo Beach, Santa Monica, Malibú, o la que más me gustó Venice Beach. En esta última playa había un paseo más largo que el de la playa de Samil de mi Vigo natal y puestecitos de lo más pintorescos vendiendo desde caricaturas de personas famosas hasta tatuajes temporales de Henna. Aparte noté muchísima diferencia entre la zona donde yo vivo (a 10 mins de DC), a California. Aquí a la gente le da igual cómo vestir, están cubiertos de tatuajes y piercings haciendo skate, surfeando o jugando al volley en la playa. Una pasada. En este estado esta legalizada la marihuana, así que hay las llamadas "farmacias verdes" donde por 40 dolares o más te venden un pellizco bajo el lema "marihuana curativa". También encontramos un circo de los horrores el cual promocionaba un enano cargado con una tortuga de 2 cabezas. Costaba solo 5 dólares, pero mis amigas les dio miedo entrar, así que me quedé sin ver a la mujer barbuda (con lo que me habría gustado). 


Otro día fuimos a San Diego, una ciudad que hace frontera con Tijuana, con una gran zona vieja llena de tiendas y restaurantes totalmente mexicanos. También paseamos por la isla de Coronado, que está unida a esta ciudad por un puente, y vimos la cuesta donde se rodó una de las más famosas escenas de la película Top Gun. Contratamos un tour, que nos llevaban a todos los sitios que había que ver en una especie de busecito muy vintage y muy cuqui, pero con un conductor que estaba como una chocolater. La media de edad en ese bus era de 60 años, señoras más salidas que picaportes de viaje de jubiladas o yo que sé que, que andaban ligando con el busero, que hasta se puso un gorro y les hizo un baile sensual antes de arrancar. En esos momentos pensé si debería haberme traido un pack de cervezas para aguantar ese espectaculo propio de un club de alterne de lo más mediocre, o directamente droga dura, y miré con toda la furia ancestral que pude a mis colegas en plan "donde me habéis metido". El busero tenía un cubo al lado de su asiento para las propinas, y que decir que las señoras se lo llenaron, y apuesto lo que sea que aparte de dólares también le cayó algún que otro número con propuesta indecente incluida.

Otra cosa mala de Los Angeles aparte de sus timo-parkings, son las "taxes" a la hora de pagar algo. A 30 minutos de nuestro hotel había un super mall, lleno de tiendas outlets, en la que pasamos un rato consumista de lo más agradable. "¡¡ Una camiseta preciosa de Billabong a 9.99$" y luego llegas a la caja toda emocionada y te cobran 15...pero como!??! "taxes", señorita, impuesto estatal. Usted compra unas gafas de sol que le parecen una ganga y le subiremos casi 10$ el precio una vez llegada a la caja y con billetes en mano. Mamones...luego a mis colegas y a mi en el hotel, no nos salían las cuentas, y es que nos habíamos dejado 30$ cada una solo en las puñeteras "taxes". Grrr.

Y llegó el increible momento de ir al soñado Hollywood...no sé si es que yo tenía unas expectativas increibles pero se me cayeron todas al visitar Hollywood Boulevard. Nada más aparcar no sin esfuerzo el coche, y tener que dejarnos 6 dolares por una hora, comenzamos a caminar siguiendo las estrellas. Nos asaltaron como 5 personas por todo el camino intentando que contratásemos su tour por las casas de las estrellas famosas. No les valía un NO por respuesta, te perseguían por la calle cual captador de socios de la calle Principe de Vigo, pero peor porque te ponen el papel casi entre los ojos para que no puedas seguir caminando y tengas que escucharlos. Tras la persecución de los tipos de los tours entras en la zona de los negros raperos con cds en la mano, que te persiguen para intentártelos vender, y que si pasas de ellos te largan un "fuck you" y mil maldiciones más que yo no logro captar gracias a dios. Entonces con las escapadas que te haces por la calle, casi ni puedes ver las estrellas que están en el suelo y cuando te das cuenta estás delante del Chinese Theatre, con un grupo de personas disfrazadas de Avatar, Spiderman, El Zorro, intentando obligarte a hacerte una foto con ellos por el módico precio de 6$. Vamos, que entre el agobio, estrés y millas recorridas semicorriendo, te merece más la pena darte una vuelta diaria por esa calle que tener una máquina elíptica en casa. Casi te dan ganas de entrar en una de esas tiendas de segunda mano de disfraces, cogerte uno de Robocop  que así no te moleste nadie para poder buscar las estrellas de tus artistas preferidos. Así que quitando la zona esa, que por la noche por sus luces merece bien la pena verla, Hollywood no tiene nada de especial..más que mucho homeless durmiendo en la calle, y gente drogada deambulando por la calle. 

El último día nos fuimos al Universal Studios, por la friolera suma de 80$, que me costó pagar, pero que al final del día me di cuenta que mereció bien la pena. Me encantó, aunque de forma diferente a Disneyland Paris. Probamos las montañas rusas que había en 3D de los Simpson, Transformers, King Kong y The Mummy, y casi me sale el corazón por la boca. Los shows en vivo hechos por dobles especialistas fueron increíbles  con un montón de efectos especiales, y fue muy interesante también ver los platós donde se rodaron Tiburón, la serie Mujeres Desesperadas y ver el famoso Motel Bates. Desde ahora veré las películas desde otro punto de vista.

El séptimo día llegó mi despedida, mis amigas seguían hacia las Vegas para terminar en San Francisco, pero yo me tenía que volver porque en 4 días regresaba a España. Así que todas riquiñas con ojos legañosos, me acercaron hasta el aeropuerto con promesas de irnos a visitar a Brasil, Noruega y España algún día. Me dijeron que viva la Roci de España, cogí mi maleta y me fui con mucha penita. Porque aunque no me lo pueda creer, ya he llegado al fin de mi larga y estupenda aventura.

Deica Loguiño!!