Devaneos de una pequeña exploradora amateur fuera de su hábitat original

sábado, 18 de mayo de 2013

Día "T" de TOEFL

Y llegó el temido día del examen..

Cuando me sonó la alarma a las 5 y media de la mañana quisé morir. Soy una marmota, duermo bien profundamente, así que me tengo que poner una media de 4 alarmas, para poder despertarme. Siempre cuando suena la cuarta me entran ganas de llorar por la separación que voy a sufrir con mi querida almohada. Así que me levanté, me eché unas aguas, me vestí como si al polo norte fuera (porque a esas horas inhumanas hace un frío que pela), y me fui a despertar a mi querida tía que se había ofrecido a acercarme a la parada del metro en coche (pobre, que riquiña).

Así que tras coger de los nervios el metro equivocado, para variar, y esperar mil años a que llegase otro, llegué a mi destino: Howard University. Vaya pedazo de campus, en mi vida vi cosa igual!.Menos mal que el día anterior me lo había estado recorriendo con mi tía y la ayuda de Google Maps, así que sabía bien a donde dirigirme. Estas universidades estás tan equipadas que tienen hasta un departamento de emisoras de radio. Pensé en mi facultad de psicología, donde el mayor foco de información es el conserje, al cual solo puedes encontrar cuando los planetas se alinean y me entró la risa.

En el registro online del examen, ponía como requisito indispensable aparecer a las 7 y media de la mañana, para poder acceder, así que entré en ala 1 del CB Resource Center, a las 7 y 20 y ahí no había ni Cristofer. Entré en un despachito en el que solo había una tía detrás de un gigante mostrador, a la cual tampoco parecía haberle cundido madrugar porque tenía una cara que parecía haberse tragado un sable. La tipa me confirmó que, efectivamente, ese era el sitio donde hacer el examen, y tras hacer una coña , la cual no me rió, me fui por patas a esperar en el descansillo. Realmente me congratula saber que es mundial eso de trabajar en administración y ser más borde que hecho de encargo, porque estaba empezando a pensar que solo era característico del funcionario español.

Así que allí estuve esperando repasando mis hojas de grámatica, y pensando que era muy raro eso de ser la única en hacer un examen, cuando llego una adolescente coreana. Y seguidamente apareció un tío nórdico, tan alto y tan rubio que no tenía ni cejas. Tras 10 minutos esperando el chico dijo algo que ni la coreana ni yo entendimos, la coreana preguntó otra cosa que tampoco nadie entendió, y yo sabiamente permanecí callada. Así que los 3 muy nerviosos con eso de estar esperando para hacer un examen de inglés y ni entendernos entre nosotros, decidimos sonreír y no dirigirnos la palabra en todo lo que quedaba de día. Finalmente llegó media hora más tarde el tío que no examinaba, nos hizo pasar a una sala y nos dio un montón de hojas para firmar. Tenías que estar acuerdo con que te ibas a grabar en todo momento durante el examen y que ni se te ocurriese contar a otra persona las preguntas que habían caído. Vaya peña más paranoica. El caso es que el tío me quiso mirar hasta los clinex, por si tenia una chuleta oculta, así que se enteró de que color eran mis mocos. Me hizo una foto para la ficha (que manía también con las fotitos) con cara de topo madrugador y me hizo pasar a la sala del examen. Tras 4 horas y media de examen el tío me vuelve a dar mil formularios para firmar y me pide que le enseñe los clinex!!! Y puedo asegurar que tras tanto tiempo, mi alergia mañanera hizo efecto así que el tío debió alucinar en colorines con el espeluznante objeto que le estaba enseñando. 


La mejor sensación al salir de un examen es la de ¡¡se terminó!! ya no tengo que pensar en esta mierda de materia nunca más!! Pero que pasa cuando sales de un examen d inglés y tienes que seguir hablando inglés?? Que no hay desconexión cerebral y te dan ganas de convertirte en Jack Nicholson en el Resplandor y empezar a asesinar gente. Por suerte pensé en la fiesta que me esperaba por la noche, y me limité a dormir en cuanto subí al metro.

Unas horas después me vino a buscar mi colega noruega para llevarme a casa de otros colegas y empezar allí una cena-botellón que desembocó en fiesta en la zona de Clarendon, que me encanta. Se puede decir que nunca has visto "perrear" a nadie hasta que ves a una americana. Sea negra o blanca, tienen una batidora en el culo que en mi vida he observado cosa igual. Pueden mover las cachas contra el culo de un tío durante minutos seguidos, mientras miran para el teléfono, o piden una bebida. Ni en los mejores videoclips de Daddy Yankee. Y nada, lo dimos todo. Hubo un momento de temazo de Michael Jackson (Black and White) que se formó un corro y todo el mundo salía a bailar, así que a mi me sacaron y por supuesto bailé al más puro estilo Milli Vanilli de los 80. Me lo flipé tanto que luego una pandilla de raperos vinieron a felicitarme y le dijeron a mi colega "tu amiga es jodidamente increible, parece que se ha criado en Queens, tiene mucho flow!!" y me dieron la mano todos y cada uno de ellos. Así que ya estoy pensando en formar una banda nigga-gansta y así poderme quedar aquí. 

Lo malo es que a la 1 y media te echan de los sitios y todo el mundo se queda desorientado fuera de los garitos. Pero para eso están los 7 eleven, para poderte comer una pizza entera post-fiesta. Y después puedes morirte en cama hasta las 8 de la mañana, que es el horario de fin de semana aquí en América. Que horror, debería ser denunciable, cuando llegue a España me voy a pasar una semana levantándome a las 2 de la tarde. Para no perder las buenas costumbres y eso.

Deica loguiño!!

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